Organizó mi entrevista con el joven artista, BrownStudy, en una iglesia local. Este ambiente no solo pondrá a Frankie en su elemento, también me permitirá observar el artista como un individuo y como el talento. Desde el momento en que pasamos por la puertas de la iglesia el es reconocido por otros artistas locales que se presentaran esa noche, incluyendo varios cantantes y músicos. La sonrisa en la cara de Frankie en ese momento exacto lo dice todo; es algo como ‘gracias’ y ‘de nada’, todo a la vez. Como lluvia y sol, todo a la vez.
Francisco Luis Rosado, conocido por todos como Frankie, nació en Caguas, Puerto Rico en 1986. Cumplidos los seis años, ya Frankie y sus padres se habían mudado atraves del estado de Texas y la Florida. Su establecimiento en Orlando llegó en 1999 y el nacimiento de BrownStudy ocurriría en los siguientes años. Uno de sus primeros y más importantes momentos de apreciación ocurrió a los doce años mientras atendía una presentación en un campamento juvenil que lo dejo, de pies a cabeza, enamorado de la música y mas allá, de Dios. Cuando le pregunto acerca de su relación con Dios, el replica “Jesús es mi Pana!”, e inocentemente pero con cierta certeza, vuelve a repetir “Jesús es mi Pana!”
Con esta pasión por el evangelio y su talento como cantante, Frankie se expuso a varios proyectos musicales en su iglesia y a su circulo íntimo de amigos, quienes apoyaron su enfoque artístico como mensajero. Dentro de estas colaboraciones encontró la inspiración y la fuerza para definirse como artista, de ahí el nacimiento de BrownStudy. El me recuerda, durante toda nuestra entrevista, que su meta mas importante es que la gente se sienta identificado con el. No hay ninguna duda de su sinceridad, se escapa de cada uno de sus poros y lo sientes en cada uno de sus abrazos y apretón de manos; sabes que existe en un simple vistazo o en la complejidad de su verso.
Describir su estilo como único simplemente no le haría justicia, el preferiría ser común y clásico, como una guitarra que te ofrece crudeza y genuinidad. Lo puedes llamar un rapero, un poeta, un mc, o un cantante, porque el es todo lo anterior y mucho mas. Tampoco te confíes mucho, sus ansias por tirarte un “freestyle” y ponerte a sonreír puede ocurrir inesperadamente. El le da gracias al micrófono: por ser su amigo, por dejarlo expresarse, por ser un gran oyente, por no juzgar y simplemente aceptar. Frankie lo pone mejor cuando dice “El micrófono toma lo que tienes para ofrecer y lo amplifica. Entonces Gracias Micro!” Su deseo de llevarte a un lugar de profunda reflexión, que es exactamente lo que el nombre BrownStudy sugiere, es lo que lo impulsa. El es un hombre cristiano que acepta su papel y busca entregar solo verdad y entendimiento en cada rima.
Yo casi me niego a encasillarlo dentro un genero de música; aunque su historia incluye hiphop/reggaeton/soul/funk/jazz/rock y alabanza. Pronosticó que el extenderá sus palabras atraves de nuestras mentes a cualquier nivel que el escoja. Por tanto como él insista en que Frankie y BrownStudy son dos entidades separadas, se que son componentes complementarios creando un hermoso ser.
Quisiera invitarlos a ver una presentación de el “pequeño pastor”(apodo de niño) que ya no esta tan pequeño. Durante los últimos dos años se ha centrado principalmente en ser el líder de “I AM THE HOST !”(“Yo Soy El Anfitrión!”). Este proyecto, con banda en vivo, ofrece rendimientos excelentes y siempre llena el lugar. Esta compuesto de 6 músicos que van desde cantante, guitarrista y pianista hasta baterista, bajista y saxofonista. Aquí en Orlando el grupo se ha presentado en varias formas en mas de veinte lugares. Ya sea en BlowSundays, The Social, o en Body of One Ministries, puedes encontrar al sexteto haciendo de las suyas en cualquier noche en cualquier lugar.
Actualmente, BrownStudy está dedicando su tiempo a su álbum en solitario que se dice saldrá en el verano de 2009. Sólo puedo imaginar que sus rayos de luz brillante, disfrazados de palabras, alumbraran y serán escuchadas en cada canción como suaves gotas de lluvia que limpian nuestra alma.
Tu autora
Sara Aviles