Si entendemos la política desde su punto elemental, veremos que las corrientes que la rigen son solo ideas de personas de carne y hueso que en algún momento del tiempo han dejado sus más profundos pensamientos entrelazados en varios sentimientos humanos. Fieles a sus convicciones, estos personajes tuvieron que salir de gira a promover sus ideales para que su corriente evolucionara y fuera acogida por la sociedad. Al principio, debían ir de casa en casa promoviendo su palabra, pero a medida que el hombre fue evolucionando y desarrollando tecnología, descubrió nuevas técnicas de hacer llegar su mensaje al pueblo, sin darse cuenta que mientras lo hacía, estaba creando nuevos sentimientos que más adelante le tocaría decidir si incorporar o no en su ya desarrollada ideología del funcionamiento del mundo.
Con esto en mente, podemos entender por qué en la actualidad estamos rodeados de nuevas corrientes las cuales buscan continuamente su lugar en el universo. La música, a través de la tecnología, es un medio práctico que permite llevar a una gran cantidad de personas un mensaje determinado.
Un músico no tiene nada de diferente a un político que decide buscar financiamiento para promover sus ideales de organización. El músico tiene que salir a tocar en bares gratis para que sea reconocido y así obtener fama, o si es afortunado, cuenta con el dinero suficiente para iniciar su campaña. Poco a poco los estilos se empiezan a imponer, y la gente a reconocerlos, las superestrellas emergen y la gente los sigue de un modo u otro. El mercado local evoluciona hacia el nacional e inevitablemente alcanza a diferentes regiones de la tierra.
Las roscas empiezan a aparecer poco a poco en los países donde se mueve más dinero en torno a la industria musical, algunas veces sin que la gente se de cuenta de lo que está pasando. Para nadie es un secreto que siempre donde hay dinero, hay poder, y del poder se pueden desprender muchos sentimientos, los cuales no siempre encajan el uno con el otro. Nuevos conflictos emergen ocasionados por el encuentro de dos o más pensamientos que no se habían encontrado antes. Estos encuentros son el punto central para el desarrollo y perfeccionamiento de nuevos estilos; nuevas tendencias musicales emergen, tendencias aceptadas ya por un mayor número de personas debido a la combinación de sus elementos fundamentales. Si analizamos el entorno musical actual, veremos que la música ya ha traspasado las fronteras de los países para volverse lo que debió haber sido desde un principio, un idioma universal. No es extraño encontrarse entonces en las grandes ciudades del mundo como Londres o Los Ángeles, músicos de todas partes del planeta tratando de promover sus estilos y hacerse famosos, lo que ocasiona un importante intercambio cultural.
En la música, al igual que en la política, nuevas corrientes encuentran sus rivalidades provenientes de corrientes previamente establecidas. Lo que hay que tener en cuenta es que gracias al carácter musical, estas nuevas corrientes pueden ser fácilmente acogidas, respetadas, e incorporadas, siempre y cuando sean innovadoras, de lo contrario, simplemente pasaran desapercibidas. Estos nuevos estilos musicales son capaces de despertar sentimientos de optimismo y paz, los cuales pueden hacer cambiar la conciencia humana, y por consiguiente, el funcionamiento del mundo.
La música hace recordar al hombre de donde viene y para donde va, y que para poder llegar, es necesario optar por bienes comunes contrario a particulares que permitan alcanzar un beneficio general (aunque respetando fronteras) y un balance entre el hombre y la naturaleza que nos deje vivir por lo menos unos 2000 anos mas.